Si estás pensando en escribir un libro o ya lo has empezado seguro que te han surgido dudas sobre cómo organizar tu novela o libro en capítulos, la extensión de cada uno de ellos y qué incluir para que los lectores continúen leyendo.
En este artículo vamos a contarte todo para que puedas organizar tu libro en capítulos de la mejor forma posible y de forma sencilla.
Importancia de organizar tu novela o libro en capítulos
Un capítulo es cada una de las partes en las que se divide el texto principal de una novela o libro y que están encabezados por un número o título.
Dividir un libro o novela en capítulos sirve para ordenar el contenido de la historia y todo lo que en ella ocurre.
Esta organización es muy importante para el lector, para ubicarse dentro de la trama, y para el escritor, para tener una visión del contenido más clara. Además, al lector le permite pausar la lectura en los finales de capítulos, lo cual es fundamental en la lectura.
La división de capítulos tiene otra importante ventaja para el escritor puesto que ya sabrá cuántos capítulos componen la narración y su contenido y considerar el cierre de cada uno de ellos como un paso hacia la finalización de la novela.
Por tanto, la organización en capítulos de un libro es fundamental tanto para que el lector tenga una buena experiencia como para que el escritor tenga una visión de todo y una motivación extra a la hora de seguir escribiendo y terminar el libro.
Colocación y composición de los capítulos
Los capítulos no deben comenzar con pronombres demostrativos ni terminar con dos puntos. Además, el primer capítulo siempre comienza en página impar.
En cuanto al resto de capítulos, pueden colocarse todos en página impar, a página seguida o seguidos entre sí. Para componerlos se puede usar la numeración romana, incluir el término «Capítulo 1» o simplemente indicar el número del capítulo. En obras técnicas se utilizan números arábigos para capítulos y párrafos.
Los títulos suelen estar centrados y la primera línea del texto se ubica a la altura de la línea áurea horizontal.
Además, en el encabezado de cada capítulo se pueden añadir otros elementos, como dibujos o citas de otras obras.
Cómo organizar tu novela o libro en capítulos
Los capítulos suelen estar formados por varias páginas y tener una extensión similar. Además de capítulos pueden dividirse los libros y las novelas en partes o combinar partes y capítulos.
Para organizar tu novela o libro en capítulos es recomendable tener en cuenta lo siguiente:
Dividir la trama
Para que los capítulos sean interesantes y hagan que el lector continúe con la historia es fundamental que cada uno de ellos cuente algo y tenga un propósito dentro de la historia. Así, será más fácil identificar cuándo acaba un capítulo y empieza otro puesto que el acontecimiento designado para ese capítulo finaliza, constituyendo pequeñas subtramas dentro de la principal.
A la hora de hacer esta división es importante tener en cuenta el ritmo y tipo de relato que sea para construir capítulos largos o capítulos cortos.
Otra opción para llevar a cabo la división en capítulos es centrar cada uno de ellos en un personaje de la historia, siendo el protagonista absoluto del mismo. En este caso, el libro estaría dividido en tantos capítulos como personajes tenga el libro.
Añadir «Cliffhanger»
Cliffhanger quiere decir en español «borde de un precipicio» y hace referencia a las terminaciones de capítulos que incluyen pinceladas de misterio que hacen que el lector quiera leer el siguiente.
Puede hacerse incluyendo un incidente del que el lector querrá saber más, creando un aura de misterio o haciendo una revelación de alguno de los protagonistas.
Elegir la extensión
No existe una extensión perfecta para una novela o libro ya que dependerá de cómo sea el texto en concreto. Lo importante es que la división de capítulos cumpla el objetivo de transmitir la historia de la forma en que quiere hacerlo el escritor.
Por ejemplo, si se quiere escribir una novela corta y ágil de leer lo ideal es dividirla en capítulos cortos pero, si la historia es compleja, es mejor decantarse por capítulos más largos.
Organizar una novela o libro en capítulos es una tarea muy importante ya que ayuda al escritor a tener una visión clara de la historia y al lector a situarse en la trama. Es recomendable dividir los capítulos en función de la trama, teniendo en cuenta el ritmo y tipo de relato, incluir cliffhanger al final de cada uno y elegir la extensión más adecuada en función del tipo de libro. Además, existen algunas normas básicas de composición y colocación de los capítulos, sus títulos y el texto que en ellos se incluye.